No es ‘cosita’, ni es ‘guau’, ni ‘chicha’, ni ‘caca’…

Los padres desde que los niños nacen suelen poner nombres extraños a las cosas solo por evitar llamarlo por su nombre o simplemente por costumbre. Esto, aunque parezca inofensivo en primera instancia puede generar mucha frustración en los niños a medida que crecen, se desarrollan y mejoran su lenguaje.

Para saber más:

https://www.etapainfantil.com/importancia-llamar-cosas-nombre