Los pies están preparados para que podamos caminar por la montaña, entre piedras, zonas sinuosas, trepar árboles…, pues todas sus estructuras nos permitirían adaptarnos a todo tipo de terrenos. Sin embargo, desde pequeños los tapamos y aislamos con zapatillas con una cierta amortiguación, cerradas, o zapatos, y entonces no les dejamos que se ejerciten lo suficiente.
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